Historia

Edificio original:



Nos situamos en El Burgo Ranero,  en el  año 1945 durante la dictadura de Franco, un pueblo situado a 885m de altitud en la meseta norte española  al abrigo de los Picos de Europa y eminentemente agrícola, así, dentro del desarrollo local de la época Manuel de la Riva Fernández compra el 14 de diciembre de 1946 un solar en la cara norte de la estación de ferrocarril del pueblo a unos 100 metros del muelle de carga y descarga ferroviario. Este, conjunto con Federico Santamarta Miguelez inician en dicha finca la construcción de un almacén con fines de comercio paralelo a la economía local, almacenamiento de paja y cereales, fabricación manual de alpacas, envasdo y venta de abonos minerales provenientes de Chile. Así construyen un edificio de 22 m. de largo por 8 de ancho y 5 de altura. Sobre una cimentación de hormigón edifican todas sus caras con adobe (ladrillos macizos de arcilla, paja y agua, mezclado, amasado, macerado y secado al sol ) rematando la cubierta con madera de chopo y teja árabe.

Una construcción de envergadura para la época, pues no fue hasta el año 1953 que se construyó adyacente el Silo, dentro de las políticas agrarias franquistas.

Con el paso de los años y la transformación agrícola el almacén fue adquirido para uso particular aunque con los mismos fines por Jerónimo Baños Baños el 16 de diciembre de 1983, hasta que de nuevo por el paso de los años y otra transformación agrícola quedó en deshuso a finales de los años noventa.

Por inspiración artística en el año 2003 yo mismo adquirí el inmueble junto con finca aledaña de unos 1400 m2 previo crédito bancario y sin un fin concreto, pero comenzaron obras de mejora y adecuación, y asi poco a poco se hizo un pozo, se plantaron árboles , se electrificó y en el 2006 se abrió la primera nueva luz del edificio ( cuyo video montaje podreis ver en la "Nueva Luz"). Como artista el edificio sirvió durante estos años como taller, hasta que en el verano de 2009 surgió la idea de desarrollarlo como albergue para peregrinos y el destino quiso que rápidamente por mediación de aportaciones sin ánimo de lucro de capital de varias personas las obras comenzaron en octubre de ese mismo año con la construcción de la carpintería, ventanas y puertas hechas artesanalmente por Narciso Fernández Ceinos , de 80 años de edad y carpintero de profesión desde los 14 años. Así, una vez definido el proyecto comenzaron las obras propiamente dichas en febrero de 2010, con la contratación de un único obrero, Pedro Barreales de Prado.

El 12 de septiembre 2010 el albegue abrió sus  puertas. Dos días despues llegaría la licencia de actividad.
Olga decir que dentro del alma del proyecto han trabajado adicionalmente muchas otras personas en muchas y variadas tareas, siempre con buena idea, alegría y con el único fin de ayudar. Pues éste es el despertar espiritual del que hablo en la página de FINALIDAD Y ESENCIA DEL ALBERGUE, unal cosa difícil de explicar pero fácil de sentir, no porque yo lo diga ni quiera dar un aire de misticismo, sino porque en este lugar y con este proyecto las personas actúan así, y que así siga siendo y que el mundo no nos ciegue.


A día de hoy, los trabajos que se hacen son el desarrollo creativo, tanto en el interior como en el entorno, pues aparte de las instalaciones propias del albergue se preservó dentro del almacén el taller.